Para bajar de peso de manera notable e incluso rápida, el consumo diario de proteínas es fundamental. Aunque en cualquier alimentación saludable lo sea, centrarse todavía más y en mayor cantidad en estos nutrientes nos permite adelgazar. Esto es así porque nos ayudan a comer menos durante el día gracias a su poder de saciedad, pero también porque contribuyen a un mayor gasto de calorías. Por estas dos ventajas importantes, llevar una dieta proteica es una gran alternativa para perder kilos. Eso sí, debemos saber bien cómo seguirla adecuadamente para que sus resultados sean efectivos, así como qué alimentos podemos o no incluir en el plan alimenticio, junto a algunos consejos útiles.
¿Cómo es la dieta proteica o cetogénica?
Esta dieta se basa en el consumo de alimentos ricos en proteínas como las carnes, los pescados, las verduras o los huevos, al tiempo que evita la ingesta de hidratos de carbono y grasas. Con esta disposición nutricional, nuestro cuerpo se ve obligado a utilizar la grasa como combustible principal, de ahí que se vaya quemando. Este estado al que se llega tras reducir lípidos y glúcidos de la alimentación diaria se llama cetosis y ocurre cuando el organismo consume sus propias reservas.
En dicho proceso metabólico está la clave para que este plan funcione, pues al ingerir un exceso de proteínas y cantidades muy pequeñas de los otros dos nutrientes a evitar, nuestro cuerpo recurre solo a la energía de las grasas acumuladas. Así, la dieta proteica es depurativa. Tiene como principal objetivo adelgazar de forma rápida, eliminando esa grasa de zonas localizadas sin flacidez.
Pero debemos tener presente que cualquier cambio en la alimentación de este tipo requiere de la supervisión y ayuda de un especialista en el tema. En nuestra clínica tenemos profesionales bien cualificados para aconsejar y controlar la bajada de peso con dicha dieta, sin que existan perjuicios notables.
Alimentos permitidos
Podemos consumir los siguientes alimentos mientras seguimos esta dieta:
– Carnes magras como el cordero, la ternera, el pavo, el conejo y el pollo.
– Pescados como el atún, la dorada, la merluza, la lubina y el salmón.
– Lácteos, desde la leche y el yogur (ambos alimentos desnatados) hasta el queso bajo en grasas.
– Verduras como las espinacas, la lechuga, las acelgas, el tomate, el pepino, la zanahoria y la col.
– Frutos secos como los pistachos, las nueces y las almendras.
– Semillas como las de chía, calabaza e incluso girasol.
– Otros: huevos, aceite de oliva, embutidos (jamón y lomo embuchado) y frutas (aguacate y limón).
Alimentos a evitar
No podemos incluir estos alimentos si queremos seguir este tipo de dieta:
– Cereales de todo tipo (pan, pastas, arroces, maíz y harinas).
– Todas las frutas excepto las dos mencionadas en los alimentos permitidos.
– Tubérculos como la patata, la batata o la yuca.
– Fritos y alimentos precocinados.
– Todos los dulces, desde las galletas hasta los chocolates y también productos con azúcar (refrescos, zumos, etcétera).
Ventajas y beneficios de la dieta porteica
Si la seguimos correctamente, esta dieta proteica aporta numerosas ventajas respecto a otras que también existen para bajar de peso. Por ejemplo, es un plan de alimentación variado y ameno e incluso muy sencillo de preparar para mantenerlo con facilidad día a día. Permite depurar el organismo, acabando con esas molestas zonas donde se acumula la grasa. Otro de sus beneficios es reducir la celulitis que pueda existir en ciertas partes del cuerpo, donde suele aparecer.
Nos ayuda igualmente a regular los niveles de glucosa, colesterol y triglicéridos, así como a mantener una buena vitalidad diaria. Durante la fase cetogénica, perder esa sensación de tener hambre es importante para no caer en malas tentaciones ni sufrir la necesidad de comer algo. Por otro lado, cabe destacar que con este tipo de dieta evitamos la pérdida de masa muscular. Así pues, mantenemos tanto el músculo como la potencia corporal mientras se va eliminando grasa sobrante.
Consejos para que realmente sea útil y funcione
Poder acudir a los especialistas de nuestra clínica es otra gran ventaja, ya que hacer un estudio corporal previo antes de iniciar esta dieta es igual de importante que desarrollarla adecuadamente y seguir unos consejos.
Comidas con buena aportación proteica
El primero está relacionado con las comidas diarias. Lo esencial es que en cada ingesta incluyamos un alimento proteico portentoso. Es decir, que tenga bastante cantidad de proteínas.
Reducción de calorías e hidratos con medida
Adelgazar de forma efectiva implica disminuir moderadamente las calorías ingeridas durante el día, pero sin que esa bajada sea en exceso, sin sobrepasar un límite, marcado según las características corporales. Además, debemos tener en cuenta también el gasto basal y la actividad física que se realice. De lo contrario, puede aparecer estrés y un indeseado efecto rebote. En esta misma línea, la reducción de hidratos debe ser hasta cierto punto.
El deporte, un aliado más
Por supuesto, los beneficios de la dieta proteica se ven reforzados con el ejercicio físico, tanto en el aspecto de composición corporal como en los parámetros metabólicos.
Todo lo detallado es fundamental para que bajar de peso con esta alimentación sea un éxito. Ponte en contacto con nosotros en la clínica IME para contar con expertos y evitar riesgos. Puedes perder peso con nosotros en nuestras clínicas, tenemos clínica de adelgazamiento en Madrid, clínica de adelgazamiento en Sevilla y clínica de adelgazamiento en Barcelona.