Los avances tecnológicos actuales permiten que la depilación se realice de forma cómoda, rápida y eficaz. Las nuevas técnicas de depilación láser y luz pulsada intensa lo hacen posible.
La depilación láser o la luz pulsada intensa (IPL), al contrario que otras técnicas tradicionales, son métodos que no sólo suprimen el crecimiento del vello, sino que además, mejoran la textura de la piel y aportan una suavidad adicional. Consiguen evitar las molestias complicaciones de otros procedimientos clásicos, como la inflamación y la foliculitis.
Nunca hay dos tratamientos iguales. Por eso las clínicas suelen ofrecer una primera consulta gratuita, en la que un especialista estudia cada caso y recomienda el tratamiento o combinación de tratamientos más adecuado.
Los pulsos de la energía lumínica de láser, al ser absorbidos directamente por la melanina del vello, atrofian el folículo piloso, consiguiendo eliminar el pelo sin dañar la piel.
Láser e IPL: dos técnicas llenas de ventajas
– Seguridad: La tecnología empleada en clínicas médicas dispone de la autorización de las autoridades sanitarias de la UE.
– Permanencia: La eliminación del vello no deseado es permanente.
– Rapidez: La profundidad de penetración y los amplios impactos permiten tratar grandes áreas del cuerpo en apenas unos minutos.
– Aptas para casi todo tipo de pieles: Permiten tratar de modo eficaz y seguro casi todo tipo de pieles.
– Inofensivas para la piel: Llegan de modo eficaz al folículo piloso, sin ser absorbidas por la melanina de la piel.
– Atemporales: Se pueden aplicar en cualquier época del año.
– Personalizadas: La selección de parámetros y la existencia de diferentes equipos permite adecuar de forma personalizada el tratamiento de cada persona.