Las expectativas en la cirugía plástica juegan un papel crucial en el proceso de recuperación tras un aumento de pecho. Y es que aunque, en general, cualquier postoperatorio después de un tratamiento quirúrgico de estética depende de factores objetivos como el tipo de operación realizada o las circunstancias físicas del paciente -entre otras-, también se ve alterado por factores subjetivos como la involucración, el deseo y las ganas del paciente.
La imaginación es libre. Es común pensar que una operación de pecho permitirá tener unos senos espectaculares, del tamaño y forma con los que siempre se ha soñado. Pero siempre existe cierto margen de diferencia entre la imagen exacta que se tiene del posible resultado y el resultado real, lo cual puede conllevar ciertos sentimientos de decepción.
Contar con el mejor cirujano plástico y un equipo médico de calidad hará que este margen sea lo menor posible- cuando no inexistente-, ya que solo un experto podrá transmitir a su paciente de forma precisa toda la información necesaria para someterse a una cirugía estética. Un buen profesional irá de la mano con la paciente durante todo el procedimiento y le atenderá y asesorará lo que es mejor para ella, desde un punto de vista riguroso y especializado.
Dos de las operaciones más sensibles son precisamente el aumento de pecho y la liposucción, ya que interfiere de manera directa con las inseguridades y los miedos de las pacientes.
¿Cuáles son las expectativas reales en una mamoplastia?
Los profesionales de la cirugía estética constituyen la piedra angular para conseguir la correcta adecuación entre las expectativas del paciente y las posibilidades reales de una operación concreta. Tanto si se trata de la recuperación del aumento de senos submuscular como si afrontamos el postoperatorio de una reducción de pechos, es importante confiar en el equipo médico que habrá llevado a término la intervención.
El papel de los profesionales estéticos en una operación de pecho
Solo los profesionales cualificados, con una larga trayectoria y una calidad humana óptima son capaces de tratar con empatía, pero también con absoluta franqueza, a sus pacientes. La Sociedad Española de Cirugía Plástica y Reparadora (SECPRE) define las expectativas reales en cirugía estética como aquellas que toman en consideración su edad, sus hábitos de vida y las condiciones físicas de cada paciente, en especial su anatomía, la capacidad de cicatrización de la zona a tratar y la proporción con las áreas adyacentes.
Resulta esencial, por ello, acudir a especialistas de alto nivel y plena confianza. Si alguien nos dice que todo va a ser maravilloso, sin explicar los pros y los contras de la intervención, y asegura que el resultado va a ser exactamente como el que imaginamos, conviene desconfiar. Sobre todo, cuando las consultas realizadas no han sido 100 % personalizadas. Esto suele ser muy común en el turismo estético, en el que los y las pacientes viajan a otros países con menores garantías médicas para someterse a una operación con muchos riesgos, tan solo porque es más económico.
Y es que cada intervención, cada tratamiento y cada recuperación son, y deben ser, totalmente individualizados. No hay dos operaciones de estética iguales. Cada paciente es distinto. Por ello, las consultas previas con el cirujano deben basarse en una comunicación empática, sincera y muy honesta.
Hay que analizar y partir, desde luego, de las preferencias y de los objetivos del paciente, pero también relacionarlos con las circunstancias específicas de su caso. Por ejemplo, en una mamoplastia el cirujano debe medir exhaustivamente el pecho y el tórax de la paciente, la pesará, medirá su estatura y, a partir de ello, deberá posicionarse e informarnos sobre cuáles son las proporciones más naturales y adecuadas para la fisonomía que tiene. En realidad, no se trata de tener unos pechos grandes o pequeños, sino de conseguir un todo armonioso, satisfactorio y, en conjunto, más bello o agradable.
En este sentido, es responsabilidad de un cirujano estético profesional desaconsejar una operación de pecho o de cualquier otra parte del cuerpo si, con ella, la persona en cuestión no va a mejorar realmente su aspecto. Muchas veces, las obsesiones, los caprichos y las obcecaciones personales pueden derivar en graves errores estéticos de los que, después, esa persona se arrepentirá.
Buena praxis profesional y las expectativas en la cirugía plástica
El equipo cirujano de calidad interpreta los deseos del paciente y trata de llevarlos a cabo por medio de una técnica quirúrgica. Pero, al mismo tiempo, es la parte objetiva y científica del proceso, por lo que ha de tratar de eliminar las ideas preconcebidas inviables, negativas o peligrosas de aquellos que desean ponerse en sus manos.
Existen tratamientos poco recomendables por las posibles complicaciones que pueden generar, así como otros que difícilmente pueden alcanzar las expectativas presentadas por el potencial paciente. No hay que olvidar que, además de los límites que bajo ningún concepto conviene superar, unas expectativas disparatadas provocarán siempre un bajo nivel de satisfacción cuando la operación y el postoperatorio hayan terminado.
Son tantas las variables que pueden afectar al resultado, en especial cuando trabajamos con material vivo, materia plástica moldeable y con un posterior proceso de cicatrización, que es siempre un proceso personal y diferente. Conviene tener a priori la total seguridad del éxito antes de embarcarse en estos procedimientos médicos. Y, desde luego, solo el equipo médico puede proporcionar unas expectativas fiables y reales sobre lo que podemos y no lograr con ese tratamiento quirúrgico.
Un correcto postoperatorio del aumento de pecho
El cirujano estético debe asegurarse de hacer comprender a su paciente, en todo caso, qué es lo que esa operación puede y no puede aportarle. Qué resultados se pueden esperar realmente.
Así mismo, los profesionales estéticos deben desempeñar también funciones de psicólogo y de asesor. Ellos conocen la ciencia médico-estética y han de asegurarse de que cada paciente entra al quirófano con unas expectativas totalmente ajustadas a la realidad. El postoperatorio del aumento de pecho o de cualquier otro procedimiento se verá, de este modo, optimizado y el paciente quedará realmente satisfecho.
Instituto Médico Estético es una clínica de estética con sede en Sevilla, Madrid y Barcelona, que cuenta con un equipo profesional cualificado y respaldado por las principales organizaciones de calidad y seguridad médica del sector.