La transferencia de grasa, también llamada lipotransferencia, es un método para mejorar la imagen para muchas personas que no consiguen verse mejor, a pesar de mantener una dieta alimenticia o hacer ejercicio diario. Bien sea por cuestiones de salud o de estética deciden dar un paso más e iniciar algún tratamiento corporal o pasar por el quirófano.
Y, debido al aumento de personas que optan por una operación para mejorar su aspecto, se han incrementado también las investigaciones en el ámbito estético de cara al cuidado de los pacientes. Los expertos científicos y sanitarios quieren ofrecer tratamientos con técnicas cada vez menos invasivas. Entre ellas, la transferencia de grasa ha despuntado como una de las intervenciones en el futuro de la medicina estética.
En qué consiste la transferencia de grasa
El proceso para transferir la grasa de una parte de nuestro cuerpo a otra es sencillo. Podríamos resumirlo en tres pasos bien definidos:
- Se extrae la grasa de la zona del cuerpo que hayamos elegido. Normalmente, procede del abdomen, las caderas y los muslos.
- Se aislan y purifican las células grasas. Las células grasas que presenten daños se descartan.
- Se inyectan las células grasas en la zona que queramos modelar.
La principal ventaja de la transferencia de grasa es que se evita el posible rechazo que implican las prótesis en glúteos y senos. Por el contrario, el inconveniente más significativo es que tendremos que contar con una doble recuperación, ya que serán dos las zonas tratadas en la intervención.
Resultados de la lipotransferencia o la transferencia de grasa
Según los especialistas plásticos, las grasas pueden mejorar los tejidos en volumen, rejuvenecimiento o vascularización, por lo que la medicina estética va en ese camino: quiere adaptar sus beneficios a los métodos de la cirugía.
Aún queda un poco de tiempo para que se haga factible comenzar a emplearlas, pero la transferencia de grasa forma parte de un futuro inmediato. Servirá como una fórmula más de rejuvenecimiento de los tejidos, ya que las grasas son ricas en células madre que pueden reproducirse. La lipotransferencia favorecerá, además, los injertos para otorgar o corregir defectos de volumen, traumatismos o secuelas de cirugía oncológica.
Los primeros resultados positivos se han podido comprobar ya en cirugía de reconstrucción y de aumento mamario para aquellas mujeres que no desean implantes. Actualmente sólo se extraen las células madre de la propia paciente y se inyectan durante la misma intervención, pero en un par de años esta técnica mejorará según los expertos.
Aumento de glúteos con grasa
La transferencia de grasas en glúteos es eficaz tanto para aumentar como para remodelar esta parte del cuerpo. Además, se ha convertido en la mejor alternativa al uso de implantes y tiene un resultado natural.
Cada caso es diferente, en función del cuerpo del paciente. Por eso, es importante que un cirujano estudie tu caso y conozca cuál es tu deseo antes de llevar a cabo esta operación de cirugía estética. La recuperación de esta operación es rápida y el paciente apenas tendrá que pasar una noche hospitalizado. Es posible que aparezcan moratones y se inflamen los glúteos de forma temporal.
Aumento de pecho con grasa
Evitar las posibles complicaciones de las prótesis mamarias es una de las razones por las que cada vez más mujeres solicitan la transferencia de grasa en senos. Los resultados de esta lipotransferencia son naturales y el periodo de recuperación se reduce frente al de los implantes.
Los resultados del aumento de pecho con grasa son excelentes. El pecho se asienta de forma natural. No se aprecia la diferencia entre los senos antes y después de la intervención.
Transferencia de grasa para rejuvenecimiento facial
Para otros cirujanos, la transferencia de grasa no sólo será el futuro de la medicina estética, sino también el de la cirugía de rejuvenecimiento facial, gracias a combinaciones con otros tratamientos como el ácido hialurónico o el bótox.
Se podrá conseguir un rostro más joven de la manera menos agresiva con las inyecciones de proteínas del plasma del propio paciente. También podremos utilizar la transferencia de grasa para la cirugía genial de los labios mayores o para las prótesis anatómicas mamarias, ajustables a la forma y el volumen del cuerpo y de los pechos de la mujer en particular, sin depender de las bolsas de silicona de hace un par de décadas.
Y no sólo para la estética, puesto que las grasas supondrán un gran avance para luchar contra ciertas enfermedades guardándolas en bancos parecidos a los de cordón umbilical gracias a su riqueza en células madre.
Fuente: Agencias y Medios Especializados.