El cuidado del rostro es crucial y su importancia aumenta a medida que se van cumpliendo años. Uno de los mejores métodos para tener una cara tersa y rejuvenecida es la mesoterapia facial. Esta técnica nos permite tener un aspecto mejorado, aunque hay que tener en cuenta que para cada edad hay que optar por un tipo determinado de tratamientos.
¿Qué es la mesoterapia facial?
La mesoterapia facial es un procedimiento que no requiere intervención quirúrgica alguna y que está pensado para el rejuvenecimiento de la piel, disminuyendo las áreas con más problemas de la cara. Este método lo podemos emplear para el rostro, las cuencas de los ojos y el cuello.
Para llevarlo a cabo, debemos introducir una serie de principios activos directamente en el mesodermo, es decir, la capa media de la piel. Se utilizan unas microinyecciones de ácido hialurónico y de vitaminas que nos permiten aumentar la luminosidad de la piel y, de este modo, rejuvenecerla.
Con ello, buscamos la nutrición y la mejora desde el interior, ya que se promueve la producción de colágeno y elastina, sustancias encargadas de mantener la piel tersa y elástica. Además, se estimula el metabolismo de la piel de forma considerable.
Como hemos mencionado, existen diferentes tratamientos de mesoterapia para el rejuvenecimiento facial, cada uno específico para una problemática particular, pero, sobre todo, para una edad concreta. Todos ellos rehidratan el rostro y producen un efecto notable y duradero.
Su duración es de aproximadamente 30 minutos y siempre ha de realizarse en una clínica especializada con expertos y profesionales médicos y sanitarios. Apenas hay complicaciones, el único efecto secundario será una pequeña hinchazón de ciertas zonas tras las inyecciones. Para evitar hematomas en estas mismas áreas, podemos aplicar compresas frías y hielo en gasas.
Regeneración cutánea en función del tipo de piel y la edad
A partir de los 40 y 50 años, nuestra piel va cambiando gradualmente, se pierde la estructura ordenada de las diferentes capas de la epidermis, las células que se crean son menores y las que ya formaban parte del rostro se contraen, por lo que la capa exterior del rostro adelgaza.
Como consecuencia de esto, la piel se torna más seca, aparecen zonas de hiperpigmentación (lo que se conoce como manchas de edad) y, al deteriorarse el proceso de cicatrización, aumenta el riesgo de infección cutánea.
Es en este momento cuando aparecen las mayores líneas de expresión y arrugas. Además, en estos años, la menopausia puede provocarnos un menor flujo sanguíneo, lo que genera una reducción de la luminosidad de la piel. La solución es acudir a una clínica estética para que la piel vuelva a lucir radiante.
Mejorar la piel a partir de los cincuenta desde dentro
Para conseguir nuestro objetivo, hay que tener en cuenta la denominada regeneración cutánea. A estas edades, las pieles pierden su capacidad de recuperación, por eso hay tratamientos que ayudan a que nuestra epidermis se vea lo más rejuvenecida y tersa posible.
La mesoterapia es clave en este momento, ya que inyectando vitaminas y ácido hialurónico se consigue que el propio colágeno presente en el cuerpo no se pierda y vuelva a generarse. De esta manera, se reducen las arrugas, las manchas y la sequedad de la piel.
Para ayudar a esta regeneración cutánea, también se inyectan, como parte del tratamiento, péptidos, algo muy novedoso en esta clase de terapias estéticas. Se trata de un elemento, junto al retinol y los antioxidantes, fundamental para el rejuvenecimiento, ya que se encarga de rellenar la piel para disminuir las arrugas desde el interior.
Por otro lado, a partir de los cuarenta años es muy recomendable que utilicemos productos con vitamina C6, la cual fomenta el regeneramiento facial, y cremas lifting para tratar en profundidad nuestra piel.
Dudas más frecuentes sobre el tratamiento
Cualquier procedimiento estético genera una serie de dudas y preguntas a quienes se plantean llevarlo a cabo. Para resolverlas, nadie mejor que el médico.
¿Tiene efectos secundarios la mesoterapia?
Como ya hemos comentado anteriormente, la mesoterapia apenas tiene efectos secundarios. Su actuación, aunque se realiza en una capa interior de la piel, no es dañina para nuestro cuerpo. Al finalizar el tratamiento, pueden aparecer rojeces o hinchazón en las zonas de las inyecciones, sin embargo, con aplicación de frío desaparecen.
¿Es un tratamiento doloroso?
No es un tratamiento muy molesto. No obstante, sí podemos aplicarnos una crema anestésica en las zonas en cuestión para calmarlas y reducir todo posible atisbo de dolor que pueda producirse durante el proceso.
¿Cuando se notan los efectos?
Los resultados de la mesoterapia son prácticamente inmediatos. Una vez la hinchazón se reduzca y los elementos actúen en la piel, se comenzarán a notar mejoras día a día. No podemos olvidar que esta técnica debe ser combinada con una rutina de belleza adecuada, buena nutrición y los consejos de un experto que guíe en el proceso.
En conclusión, todos los estudios han revelado que la mesoterapia es beneficiosa para la reducción de arrugas, mejora de la reproducción del colágeno y una gran disminución de los efectos de la edad sobre la piel.
Si queremos tener una piel perfecta, luminosa y rejuvenecida, debemos probar la mesoterapia facial y pedir cita en nuestra clínica, donde profesionales de reconocido prestigio nos asesorarán y resolverán todas nuestras dudas.